martes, 5 de febrero de 2008

Shanghai Baby


En el año 2000 las autoridades Chinas quemaron públicamente 40.000 ejemplares de un libro tildado de decadente, vicioso y esclavo de la cultura occidental.


Anteriormente a este hecho la novela había vendido en cinco semanas 80.000 ejemplares situándose entre los más vendidos.


Se vendieron copias piratas en discotecas, se ha hecho una película y se ha publicado en 45 países y traducido a 34 idiomas, entre ellos el español.


Una historia semiautobiográfica, en la que no desvela la parte real de la ficción.


Una reflexión honesta y sincera sobre la sociedad actual de Shanghai sin inventarse nada.


Un libro del que se avergüenzan los propios padres de la autora.


Wei Hui en el epílogo de su novela escribe:
Mientras las palabras fluían quería esconderme, pintarme mejor de lo que soy, pero me di cuenta de que es muy difícil no puedo traicionar mi filosofía de vida, que es sencilla y auténtica, no puedo esconder el estremecimiento, el dolor , la pasión que me invade de pies a cabeza. Aunque muchas veces recibo a regañadientes lo que el destino me depara, yo sigo siendo una chica fatalista, contradictoria, difícil de comprender. Por eso escribí todo lo que quise expresar no pienso defenderme.


Todo esto y más es SHANGHAI BABY.


Haz click aquí para leer una entrevista de Wei Hui.


De sabor agridulce nos relata una historia escrita en primera persona sobre una joven de 25 años llamada Coco que aspira a ser una conocida escritora; envuelta en un triángulo amoroso junto a su novio Tiantian , joven drogadicto e impotente, y su amante alemán; trata de buscarse a su misma y hallar estabilidad y paz interna.


Este libro aporta un punto de vista diferente sobre una sociedad que está cambiando, que se mueve entre lo tradicional y lo occidental y el estilo de vida de la autora, que no es mejor ni peor sino real.


Ha sido de gran controversia y ha tenido gran repercusión social porque es de las primeras que se ha atrevido a describir sin tapujos una parte de la sociedad china, su vida diaria, las drogas, las fiestas y el sexo en una sociedad reprimida y censurada.


El siguiente fragmento de la novela refleja la angustia e inestabilidad percibida a lo largo de las páginas:
Mis padres me llevaron hasta la cama. Estaban muy asustados. Ellos nunca sabrían qué cosas le pasaban a su hija. Ellos nunca comprenderían el mundo impetuoso, ruidoso y frágil que ella veía, su vacio indescriptible. Ellos no sabían que el novio de su hija era drogadicto, que el amante de su hija se iría a Alemania dentro de pocas horas, que la novela que su hija estaba escribiendo era caótica, franca, llena de pensamientos esotéricos y de crudeza sexual. Ellos nunca conocerían el miedo en el corazón de su hija, ni el deseo que ni la muerte podía suprimir. Tampoco sabrían que la vida para ella era un arma del deseo que en cualquier momento se podía disparar y podía matar.


Wei Hui hija de militar chino, pasó su infancia en un centro budista. Estudió filología china en la universidad de Fudán. En 2005 escribió la continuación de las aventuras de Cocó en Nueva York en “Casada con Buda”. Y el año pasado escribió Dog Dad, el cual no ha llegado a España todavía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No retrata en absoluto la realidad de Shanghai. Extremista e irreal.