sábado, 10 de mayo de 2008

Buena o Mala suerte

Una historia china habla de un anciano labrador que tenía un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día el caballo escapó a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaron para condolerse con él y lamentar su desgracia, el labrador les replicó ¿Mala suerte? ¿Buena Suerte? ¡Quién sabe!

Una semana después el caballo volvió de las montañas, trayendo consigo una manada de caballos salvajes, entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte, éste les respondió ¿Mala suerte? ¿Buena Suerte? ¡Quién sabe!

Cuando el hijo del labrador intento domar uno de aquellos caballos salvajes, cayó y se rompió una pierna. Todo el mundo consideró aquello como una desgracia. No así el labrador quien se limitó a decir ¿Mala suerte? ¿Buena Suerte? ¡Quién sabe!

Unas semanas más tarde, el ejército entró en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, le dejaron tranquilo. ¿Había sido buena suerte, mala suerte? ¡Quién sabe!

Creo que a veces nos suceden cosas o no suceden las que esperábamos, personas que encontramos en nuestro camino o que se van de él y no queremos, y en ese momento no entendemos por qué ha ocurrido de ese modo. En cambio si lo entendemos más tarde cuando nos damos cuenta de que había un motivo para ello, que tenía que ser así. Porque hemos aprendido algo, porque no tenía ser, porque no era el momento, o porque ese hecho ha desencadenado otro al que teníamos que llegar.

Creo que es tratar de afrontar las situaciones según van viniendo, no es cuestión de tener o no tener suerte. No es cuestión de que ganemos o perdamos, de que siempre consigamos lo que queremos en el momento que queremos, sino cuando ha de ser.

Según el punto de vista con el que veamos las cosas y nuestra actitud afrontaremos de un modo u otro las situaciones en que nos veamos inmersos.

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